Dos agentes de inteligencia iraní consideraron a Avedian como un delincuente, debido a que evangelizar a musulmanes es ilegal en Irán.
Curiosamente, su arresto ocurrió el mismo día en que Joseph Shabazian, otro pastor, fue liberado de la prisión de Evin.
De acuerdo con Open Doors, anteriormente Avedian fue arrestado junto con dos individuos de origen musulmán convertidos al cristianismo, Soori y Mohammadi, por liderar una iglesia en una vivienda.
Además de la primera condena, la pena actual dicta diez años de privación de «derechos sociales». El Tribunal Supremo de Irán rechazó la solicitud de Avedián y otros cristianos iraníes para revisar la sentencia.
El abogado del pastor Avedián denunció que el proceso se llevó a cabo de manera irregular, ya que no fue notificado del juicio hasta su ingreso a prisión.
También, los agentes de policía que lo estaban buscando hicieron advertencias de que lo apalearían y lo detendrían por la fuerza. Su arresto representa otra transgresión a la libertad religiosa en Irán y evidencia la aplicación arbitraria de la justicia para limitar a la comunidad cristiana local.
La organización solicita oraciones por el pastor, su familia y todos los cristianos que están siendo perseguidos en Irán, un país que ocupa el octavo puesto en la Lista Mundial de Persecución de 2023.
Debido al régimen dictatorial y a la opresión islámica, los seguidores del cristianismo en Irán se ven obligados a congregarse en iglesias clandestinas. El gobierno iraní considera que la conversión de musulmanes al cristianismo representa una amenaza para el dominio islámico en el país.
Por esta razón, los cristianos que antes eran musulmanes son perseguidos por las autoridades.
Asimismo, tanto la familia como la comunidad se suman a esta caza, considerando a los cristianos como desleales, es decir, aquellos que reniegan del Islam y sus tradiciones religiosas.
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